Un Museo, el Centre del Carmen, con un claustro gótico de planta cuadrada con cuatro arcos apuntados y galerías con bóvedas. Es un escenario idílico, solemne, apartado al máximo de los muros callejeros en los que empezamos. “En el museo me colé” son muñecos de cuatro y cinco metros de altura que irrumpen en el silencio del claustro y contemplan las obras de los artistas bajo la atenta mirada de todos aquellos que por primera vez se acercan al tape art. Y es que los museos elevan el tape art a una categoría superior. Para dePalo, la artista que nos ayudó con los diseños, los tape artistas “han sido como mis rotuladores humanos”.